En esta escena erótica, una actriz, Fernanda Garay, con un impresionante vitíligo, marcando su piel con patrones<br> únicos y hermosos, se encuentra en una audición que promete ser diferente a cualquier otra. La conversación <br>entre ella y el productor, Luis Garay, inicialmente centrada en el potencial de su actuación y el guion, toma un<br> giro inesperado cuando la química entre ellos se vuelve palpable. La tensión sexual se construye a través de <br>las palabras, cada diálogo más cargado que el anterior, hasta que la actriz, con una audacia que sorprende <br>incluso al experimentado productor, decide expresar su deseo de manera inequívoca. <br><br>Lo que comienza como un intercambio de ideas se transforma en un acto de seducción donde las palabras dan paso a<br> una acción más física y directa. La actriz, con una confianza que desarma, se inclina y, con una mirada que <br>mezcla desafío y deseo, inicia un momento de intimidad oral que no solo sorprende al productor, sino que tambi

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